Diálogos con el Teatro: «Los muchachos dentro y fuera de la escuela»

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DECIMOQUINTA PARTE

SALEN LOS PAPÁS Y ENTRAN LOS HIJOS DANDO CON LA MANO ARRIBA Y ABAJO.

JUANITO:
(Gesticulando según lo que se diga) ¡Vaya susto! Si nos descuidamos un poco… Menos mal que nos hemos podido esconder mientras papá y mamá se iban, porque, si ven que a esta hora ya estamos en casa… Que hemos encerrado las ovejas en la majada y que dejamos los perros atados para que no vaya el lobo… Nos hacen ir otra vez con ellas.
BALTASAR:
(Gesticulando según el comentario) Sí… y con el trabajo que nos costó atar a los perros… Gigante, yo creo que mañana los perros están muertos, porque los atamos con lazo corredizo y los atamos muy pero muy cortos. Bueno al menos… ya quedaron atados, no como otras veces, que quedan sueltos y pasan esas perras que siempre están en forma… y estos como tontos se van detrás de ellas, luego… Si pueden pillar algo, lo pillan, y si no se quedan mirando como otros cuantos… Que sí Gigante que sí, que eso lo he visto yo.
JUANITO:
(Gesticulando según comentario) Oye enano… Que se nos hace tarde, tú le echas de comer a las gallinas y yo le echo de comer al marrano, luego comemos lo que pillemos y nos acostamos porque a mí me duele un montón la cabeza y eso no es más que de aquel vino que bebimos… (BURLONA y PAUSADAMENTE) Luego… dicen… que es casero… que no hace daño… que se bebe como agua… Sí, si como el agua lo bebimos, pero mira el resultado, te aseguro, que yo no vuelvo a probar más el vino… ¡Dios, que asco!
BALTASAR:
(Gesticulando según comentario) Si Gigante… yo tampoco, yo tampoco bebo más, a mí también me duele la cabeza… entonces le voy a echar de comer a las gallinas, pero cogeré un palo, porque el gallo siempre me pica y hoy como se acerque le doy un palo que lo dejo en el sitio, también recogeré los huevos.

Juanito se queda comiendo algo cuando, Baltasar vuelve con los huevos en la gorra y el gallo en la otra mano dejándolo todo sobre la mesa)

BALTASAR:
¿No te dije que si se acercaba le daba un palo que lo dejaba en el sitio? Pues mira Gigante… Le di con el palo y en el sitio lo dejé… ¡Ale! ya tenemos carne para comer… (en ese momento, cogió la gorra, y todos los huevos se cayeron) y huevos… para tortilla… Yo me voy a la cama sin cenar, es mejor estar dormidos cuando ellos vuelvan.
JUANITO:
Dejemos todo tal cual y cuando vean esto sabrán, que ya estamos en la casa; como estamos dormidos, tampoco nos despertaran, y mañana vamos a la escuela, aunque lleguemos tarde, porque en el cumbre de la casa del Sr. Maestro hay más pardales y luego por la sombra del cumbre sabemos la hora que es y cuando sean las diez y media hora oficial, son las nueve y media hora solar, entonces es la hora de ir a la escuela. Me dijo Timoteo, que las carteras las tenemos en la escuela y que le está haciendo una putada a Antonio y a Luis… Que mañana en el recreo ya nos lo contará, ¡Que se le habrá ocurrido! Vámonos a dormir Enano, que yo tengo mucho sueño.

Se marchan.

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Un comentario:

  1. Miguel Alfonso Licarión

    Esto parece como cuando escuchaba, «Matilde, Perico y Periquín» en la radio y te quedabas con ganas de saber cómo sería la historia del próximo jueves, creo que era los jueves, ¿os acordáis alguno de vosotros de este programa? Lo patrocinaba «aquel negrito del África tropical que cultivaba el Cola-Cao«.
    Espero el final de la historia.
    Saludos.

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