LA NOTICIA:
Fecha: 21 de Septiembre de 2011
La Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León ha concluido las obras de adecuación del entorno del Fuerte de Torregamones, en la Comarca de Sayago. La construcción se ha realizado en dos fases en las que la Junta ha invertido más de 57.000 euros en cada una.
El delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, se ha desplazado esta mañana a la localidad de Torregamones, en la Comarca de Sayago, para visitar el nuevo Fuerte. Las obras, que han consistido en la adecuación del entorno, han contado con un presupuesto por parte de la Junta de Castilla y León de 116.302,64 euros, repartidos entre las dos fases, ya concluidas, con las que ha contado el proyecto.
En la primera fase se llevó a cabo la eliminación de la vegetación y la retirada de escombros y en la segunda se realizó la consolidación de las estructuras. Todos los trabajos de excavación y desescombro fueron llevados a cabo con control arqueológico.
Dossier fuerte nuevo
La construcción se localiza en un destacado cerro cuya cota superior alcanza los 690 m. sobre el nivel del mar, encintado a poniente por el río Duero que forma un acusado meandro que salva dicha elevación. Por el mediodía discurre el arroyo de la Galga, tributario de aquel por su orilla izquierda, el cual modela el peñón por aquel sector.
La acción erosiva de estas vías fluviales ha modelado aquí el espacio natural denominado Los Arribes del Duero, un paisaje notablemente quebrado de empinados cantiles que han servido como espacios ocupados desde la época prehistórica.
En el momento de iniciar los trabajos arqueológicos previos a la consolidación de la fortificación, tan solo se identificaba un imponente lomo de piedra, de planta triangular, cuya morfología apenas se intuía a causa de la densa vegetación de zarzales y jaras.
Los muros, construidos en mampostería de granito en seco, ocupan una superficie próxima a los 350 m2; así mismo, y producto de su abandono, el Fuerte Nuevo se ha cegado por un importante cúmulo de piedras y tierra, producto del desmoronamiento y arrumbamiento de parte de su estructura, sobre la cual se ha desarrollado una vegetación de escobas y zarzas; por otro lado las ruinas también han servido como fuente de aprovisionamiento de piedra para la construcción de chozos y chiviteros que se dispersan, tanto en las inmediaciones y dentro del fortín, como en pagos aledaños.
La retirada de los potentes niveles de derrumbe que sepultaban buena parte del interior del Fuerte y la eliminación de la vegetación ha puesto al descubierto una particular defensa cuya función fue la de controlar los posibles movimientos de las tropas portuguesas, emplazadas en la fortificación abaluartada de Miranda do Douro, modernizada por el regente portugués D. Joao IV. Su uso militar se limitó a los años de conflicto, siendo abandonado posteriormente, lo que dio lugar a su arrumbamiento y estado de ruina.
Forma parte de una cadena de construcciones fortificadas, entre las que también se encuentran las de Carbajales de Alba y Puebla de Sanabria. Del hallazgo de recipientes cerámicos pertenecientes a la vajilla de la guarnición cabe deducir que la misma estaría formada por 15 ó 20 soldados.
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Fuente: Junta de Castilla y León.
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Redacción.
Ahora solo falta la estela para tener lo nuestro…
(Referencia: HISPANIA: Estela funeraria de la esclava Cloutina).