Zarzuela del maestro Chapí dedicada a Torregamones: La Raposa

CUADRO PRIMERO

ESCENA XV

DICHOS.

SATURIO:
Y ahora vamos á vernos las caras.
MODESTO:
(Cada vez que acciona el tío Saturio, se lleva la mano á la pierna.) ¡Ahora va á ser ella!
SATURIO:
Si ahora, pongo por caso, lo mandara yo á usted á la cárcel pa que lo metieran á usted en el cepo, ¿qué le paicería á usted?
MODESTO:
Muy mal. ¡Malísimamente!
SATURIO:
Porque, puesto á malas, yo podía decir de usted que había entrao ahí á buscar leña.
MODESTO:
¡Y que la encontré!
SATURIO:
¿Y quiusté que le diga una cosa, con franqueza?
MODESTO:
Con franqueza, dígala usted.
SATURIO:
Pues que aunque á mí usted me ve vestío de lana…
MODESTO:
No es usted borrego. Eso ya me lo había usted dicho antes.
SATURIO:
Bueno. Pus además, que aunque el Gobernaor de Zamora mande en toa la provincia, lo que es en Torregamones no hay más gobernaor que este cura.
MODESTO:
Muy bien hecho.
SATURIO:
Y dígalo usted fuerte.
MODESTO:
¡Muy bien hecho!
SATURIO:
Y ya que le he sorprendío á usté escondío en mi casa, ¿quiusté saber una cosa?…
MODESTO:
Sí, señor.
SATURIO:
Pus que no se canse usté en balde, porque lo que es usté no sale hoy por aquí.
MODESTO:
(¡Recarámbano! ¿Por dónde querrá que salga?.) ¿Pues por dónde voy á salir?
SATURIO:
Pues por nenguna parte.
MODESTO:
¡Quiere encerrarme! Es que eso será un atropello, y pediré auxilio; apoyo.
SATURIO:
¡Apoyo! ¡Apoyo! ¿Pero usted quié saber quiénes son los que le apoyan en el pueblo?
MODESTO:
Sí, señor; dígamelo usted.
SATURIO:
Pues el tío Bilis y el tío Zampatortas
MODESTO:
¿Y de qué me conoce á mí el tío Bilis y el tío Zampatortas?…
SATURIO:
Pus ahí está la gracia, que ni siquiá le conocen á usté, pero como lo recomienda á usted el Gobernaor
MODESTO:
¡A mí!
SATURIO:
Pero como si no, porque aquí no hay más voluntá que la mía; y… (ahora lo sonsaco.) Vamos á ver, ¿qué influencia tié usted en Torregamones?
MODESTO:
Pues ya lo sabe usted; el tío Bilis y el tío Zampatortas.
SATURIO:
¡Ya ve usted, !
MODESTO:
No es mucho, pero, á falta de pan, bueno es Zampatortas.
SATURIO:
Y ya, hablando de too, si es que pue saberse, ¿usted qué piensa dar?
MODESTO:
¡Yo!
SATURIO:
Sí, señor; porque lo que es el otro tié dinero de largo.
MODESTO:
¿Pero hay otro?
SATURIO:
¡Otra, pues no ha de haber! El que yo apoyo.
MODESTO:
¡Ah! ya… Tengo un rival.
SATURIO:
Y pa custé se entere, él primeramente dá… pues lo consabío.
MODESTO:
Toma, pues lo consabido también lo doy yo.
SATURIO:
Sí pero es que luego dice que se añida á lo consabío bacalao seco.
MODESTO:
Pues yo que se añida bacalao en remojo.
SATURIO:
¡Pues ni qué diá usté almondiguillas! ¿Y sabe usté lo que tié que hacer pa ahorrarse más dun estacazo?
MODESTO:
No, señor; pero haga usted el favor de decírmelo.
SATURIO:
Pus salir de Torregamones como galgo con cencerro.
MODESTO:
Muchas gracias.
SATURIO:
¿Saldrá usté así?
MODESTO:
Como galgo, sí; pero con cencerro, no.
SATURIO:
¿Queamos en eso?
MODESTO:
Quedamos.
SATURIO:
Y en que si á la noche sé que anda usté entadía pol pueblo, va usté al cepo.
MODESTO:
No, señor.
SATURIO:
Pues choque usté.
MODESTO:
Choque usted.
SATURIO:
Por lo emás, fuera de estas cosas, ya sabe usté que en Torregamones tié usté un amigo.
MODESTO:
Y un cepo, sí.
SATURIO:
Pues diquiá cuando usté quiera.
MODESTO:
Pues diquiá nunca. (Se va.)

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