La subvención del “Comedor Social” ¿echada a perder?…

Índice

1. EL PROYECTO
2. ¡¡¡¿UN COMEDOR SOCIAL EN NUESTRO PUEBLO ?!!!
3. La ADJUDICACIÓN del PROYECTO, terreno resbaladizo
4. El PROYECTO RESULTANTE que se entrega al pueblo

El pasado 20 de agosto, os comentábamos la subvención concedida por la Junta para rehabilitar un edificio como «Comedor Social» (BOCYL nº 131/2010).

El Proyecto

Situémonos en contexto, sobre lo poco que sabemos al respecto:

1. Tenemos la antigua casa del médico cerrada: ya no se usa desde hace tiempo porque el médico ya no reside en el pueblo, como antaño.
2. Se presentó un proyecto en la Junta de Castilla y León, en el que se presupuestaba la rehabilitación del mismo, por un valor de 23.000 y pico euros. En junio de 2010, la Junta aprobó subvencionar para ese fin 20.000 €, por lo que el Ayuntamiento tenía que hacerse cargo de poner la diferencia, los 3.000 y pico euros.
3. ¿Alguien puede conseguir en el Ayuntamiento el proyecto y enviárnoslo para que lo publiquemos en este blog? Sólo así, podremos saber qué se quería hacer realmente y evaluar si lo que se ha hecho es lo que se pretendía.
4. Imaginamos que en dicho proyecto se explicará también qué es eso de un “Comedor Social”.

¡¡¡¿UN COMEDOR SOCIAL EN NUESTRO PUEBLO ?!!!

1. 1. Mientras aguardamos a que nos enviéis el proyecto para descifrar esta clave, vamos a hacer algo típico de nuestro pueblo, que es especular, sin saber realmente qué hay detrás del proyecto del “Comedor Social”.
2. ¿POR QUÉ UN COMEDOR SOCIAL?
   1. ¿Tal vez porque existía posibilidad de pedir una subvención en la Junta, pero esta tenía que estar encasillada en un ámbito determinado?
      Me explico: Que tal vez si se pedía esta ayuda concretamente, la rehabilitación de un edificio debía de tener, por ejemplo, una “connotación social”, y por ejemplo, arreglar un edificio con la finalidad de poner una oficina de Turismo o una oficina de Atención al Vecino, por decir algo, pues… lo mismo, aun siendo más útil en el pueblo, no la concedían por esa suposición… Vosotros diréis, si tenéis algo fidedigno que apuntar…
   2. ¿Para qué queremos un Comedor Social en el pueblo? ¿Alguien lo va a utilizar para dicho cometido? Mucho me temo que, por un lado, el pueblo no lo necesita ¿para qué? ¿para recibir la subvención? (si es así, bien, sólo queda saber administrarla con cabeza). Y me temo también que conociendo el carácter sobrio de nuestro pueblo, nadie va a utilizarlo… la casa de uno es sagrada…
3. ¿SE HA PENSADO EN LA PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DEL COMEDOR SOCIAL Y EN EL MANTENIMIENTO DEL MISMO?
   1. Una vez que “EL PROYECTO” esté terminado y cumplido eficazmente lo que se explicara en el mismo (¿?)… Si por “Comedor Social” pudiéramos entender “una casa de comidas pública” donde los precios serán bajos…
   2. ¿Quién se va a encargar de la cocina y servicio de mesas?
   3. c. Esto supone al menos que el Ayuntamiento deba tener presupuesto para dos nóminas que pagar regularmente por dicho servicio… ¿Se ha pensado en eso?

LA ADJUDICACIÓN DEL PROYECTO, terreno resbaladizo

No es fácil cumplir con todos los requisitos para que, razonablemente, las discrepancias en el pueblo puedan reducirse… y el punto medio siempre está en aplicar la ley, por un lado, y equilibrarla con el sentido común, que muchas veces es necesario para no perder el rumbo, como pasa frecuentemente en el ámbito jurídico cuando tras rizar el rizo de las leyes, los juicios acaban sentenciando veredictos que al común de los mortales masivo… nos deja perplejo… cuando intentamos aplicar el sentido común… Pues lo mismo.

Opciones posibles:

1. Rozar la prevaricación está casi asegurado si no se tiene en cuenta que bajo ningún concepto pueden existir preferencias ni personales «ni políticas» (me pregunto… en nuestro pueblo qué sentido tiene hablar de «política», lo que tenemos que hacer entre todos es resolver los problemas cotidianos y mejorar la convivencia). La elección debe ser aséptica basándose en criterios sólidos y demostrables, haciendo que dichas pruebas puedan rebatir al 100% cualquier tipo de duda y posible desconfianza.
2. CONCURSO PÚBLICO:
   En el que se establece qué se quiere contratar y cuánto se va a pagar. Aquí se pueden especificar otras condiciones (que siempre es necesario consultar en la Diputación para estar seguros de que las mismas son legales).
   Por ejemplo, en temas de construcción, se podría:
   1. Dar prioridad a empresas locales (si existe igualdad de condiciones y calidad con empresas foráneas)
   2. y requerir de la empresa adjudicataria la subcontratación de empadronados del municipio que demandan empleo…
      1. Si estos son profesionales del sector, perfecto.
      2. Y si no lo fueran, la empresa podría enseñarles en la práctica a desenvolverse en determinadas tareas que afecten a ese proyecto que se le va a conceder a la empresa X finalmente elegida.
   3. De esa manera, por un lado, se asegura que la empresa elegida entregará un resultado profesional, encargándose a su vez de enseñar la profesión a los demandantes de empleo.
   4. Y es necesario que el Ayuntamiento tutele que la empresa enseña eficazmente a los vecinos,
   5. porque de lo que se trata es de cumplir una doble función:
      1. que el pueblo obtenga un proyecto-resultante de calidad, y por otro lado,
      2. ayudar a la economía local fomentando el trabajo de las empresas y vecinos del municipio. Pero no para hacer el paripé, como solemos ver en muchos de los ámbitos cotidianos, sino para asegurar que las cosas se hacen bien, siguiendo un norte y exigiendo buena fe, respeto y calidad… vamos, preocuparse cada uno por su pueblo. ¿Es mucho pedir?
3. CONTRATACIÓN A DEDO, y por tanto, no existe Concurso Público.
   Me da que estos casos tienen que estar muy bien asesorados por abogados (por ejemplo de la Diputación, creo que ofrecen servicio de apoyo gratuito a los Ayuntamientos) para que no puedan ser denunciados como casos flagrantes de prevaricación. Casos que se me ocurren de contratación a dedo: trabajos muy específicos que por motivos sobradamente demostrados sólo puedan desempeñar unas empresas muy específicas y no otras, por ejemplo, (estoy pensando en voz alta) porque conocen muy bien todo un historial de experiencias previas que es necesario conocer para realizar el trabajo con eficiencia, o bien porque no exista competencia en ese sector y la empresa “Y” sea la única que puede desempeñar ese cometido, etc. Este tipo de contratación es muy escabrosa y, si no está suficientemente abalada y requete-demostrada su legitimidad… tenemos caso de prevaricación flagrante. Y eso, es un DELITO.

EL PROYECTO RESULTANTE que se entrega al pueblo

1. ¿Se han cumplido los requisitos iniciales?… Mientras no recibamos el proyecto en cuestión presentado en la Junta, no lo sabemos.
2. ¿Se ha entregado un resultado de calidad?
   1. ¿SÍ? Pues perfecto, entonces se habría cumplido con lo previsto.
   2. ¿NO? (En este caso, parece ser que la calidad brilla por su ausencia) Entonces se está defraudando al pueblo en su conjunto:
      1. Si se contrata a vecinos demandantes de empleo que no están preparados para desempeñar esa labor… sí, se les está ayudando… “pan para hoy y hambre para mañana”… Hay que “enseñar a pescar, no dar pescado”… como se hace en Andalucía con las peonadas, con el famoso y lamentable PER.
      2. Es necesario conseguir que quienes todavía no tienen empleo aprendan, para tener más posibilidades de encontrar más y mejores empleos. Pero para eso, hay que tener verdadero interés en AYUDAR a quienes no tienen la fortuna de tener un empleo regular. ¿Y qué puede hacer nuestro pueblo al respecto?
      3. ¿CON EL PAN PARA HOY Y HAMBRE PARA MAÑANA, REALMENTE SE LES AYUDA…? ¿Y QUÉ RECIBE EL PUEBLO A CAMBIO? La próxima vez, y la siguiente, y la siguiente… ¿se seguirán contratando a vecinos que no estén cualificados para desempeñar cualquier tipo de trabajo?… ¿sólo por pagarles un PER, recurrentemente, sin enseñarles, sin apoyarles para que puedan aprender esas profesiones, para incentivarlos y así que tengan más oportunidades a la hora de encontrar un trabajo estable? OJO esta falsa línea a seguir, aparentemente puede parecer “social y humanitaria”… pero no hace falta tener más de dos dedos de frente para darse cuenta de que es completamente inviable. Y lo llevamos viendo en Andalucía, como digo, con las peonadas, con el PER, en el que con dinero público se mantiene a quienes lo cobran, sin exigirles una contraprestación coherente. Siguiendo esta manera de hacer las cosas, todas las subvenciones que se puedan conseguir de este tipo se gastarán,… hablamos de malversación de fondos. De literalmente echar a perder subvenciones (que cada vez van a ser menores) creyendo que la solución para ayudar a nuestros parados es darle pan, cuando lo verdaderamente noble es preocuparse cómo podemos ayudarles a que aprendan a hacer pan.
      4. Y… ¿QUÉ PASA CON EL PUEBLO QUE ELIGE PERIÓDICAMENTE A SU AYUNTAMIENTO PARA QUE SEPA ADMINISTRAR BIEN LOS FONDOS COMUNES?
         Obviamente, vemos que se desperdician oportunidades para mejorar el pueblo y la economía local, porque NO SE CANALIZA BIEN EL DINERO para ir rentabilizándolo con un poco de mimo, que vaya beneficiando al pueblo en su conjunto, no a las partes. No es necesario recordar, que un Ayuntamiento tiene que pensar en el conjunto de todo el pueblo. Nadie dice que sea fácil, pero… nunca está de más en recabar opiniones siempre por todo el pueblo, tanto si te han votado como si no, cuando se van a abordar proyectos. ¿Es esto de preguntar una constante señal de debilidad? No, es señal de que verdaderamente, el Ayuntamiento intenta reflejar en todo momento lo que su pueblo en conjunto siente, no a partes aisladas… Y al mismo tiempo, fomenta la transparencia en la gestión local… esa que no hemos conocido nunca en nuestro pueblo desde que tengo memoria.
         ¿Cuándo comenzamos a ser transparentes, sin que nadie tenga que pedírnoslo expresamente? Por ejemplo, yo mismo, ahora, lo estoy pidiendo: TODOS necesitamos transparencia para poder “hacer política” juntos, para que todos juntos en nuestro pueblo formemos parte del Ayuntamiento, aunque quienes nos representen legalmente sean aquellos que elegimos en las urnas…. Pero… ¿elegimos pensando en el bien para el pueblo?… ¿O tal vez elegimos con tintes egoístas pensando tan sólo en lo que me va a conceder a mí mismo el próximo alcalde si lo voto? Reflexionad, por favor. E intentemos siempre hacer las cosas lo mejor que sepamos, no para hacer el paripé, sino para AYUDARNOS DE VERDAD ENTRE TODOS, con dignidad, con sentido común; porque así, incluso sin pensarlo, estaremos manteniendo y mejorando nuestro pueblo. ¿Tan difícil es el intentar hacer las cosas bien?

Gracias por leer estas reflexiones. Confío en que alguien rescate estas palabras para que no caigan en el olvido… Obviamente, si el pueblo se mantiene indiferente -como es costumbre- pues, estas palabras se las llevará el viento, mal que nos pese…

Un abrazo

Roberto Sastre