Eventos señalados…
Recuerdo que en el año 45 -que fue muy seco- nos levantábamos temprano y esperábamos en el pozo del Cardadal a que manara para coger agua, filtrándola con un trapo y, en este mismo año recuerdo una gran tragedia cuando unos pastores dieron muerte a un guarda del ayuntamiento.
También recuerdo cuando llegó la luz eléctrica y Moralejo -que era el encargado al atardecer- conectaba el transformador y a la mañana siguiente lo desconectaba dejando en servicio solo por la noche; este fue un gran paso y sustituyó al candil de petróleo o aceite.
Cuando hacía mucho viento se caían los postes y nos quedábamos a oscuras hasta que lo reparaban tres o cuatro días después.
En este punto, recuerdo que como no había contrato cobraban por un tanto alzado según los watios que se declaraba y la compañía instaló unos limitadores de potencia (el gato) que cuando se consumía más de lo declarado saltaba y para rearmarlo había que tirar de una cuerda. Un día me dio por hurgar allí: encontré un papel con las instrucciones y vi cómo actuando sobre un tornillo de regulación el gato no volvió a saltar nunca más.
¡Hola Pepe!
Me has hecho reír bastante con estas anécdotas y recuerdos. Hablando de gente que yo sólo he oído nombrar a mis padres pero sobre todo aprendiendo de todo lo que cuentas. Te animo a que sigas contándonos cosas porque lo haces muy bien y haces que uno se enganche a leerlas.
¡¡¡¡Enhorabuena por estas historias!!!!
¡Enhorabuena Pepe!
Y enhorabuena a todos los Josés y Josefas. Hoy es vuestro Santo.
Muchas gracias por haber compartido con todos nosotros tus vivencias. Es una manera de preservar nuestro legado.
Un abrazo,
Roberto Sastre.