Recuerdos y vivencias de Pepe Ruiz Martín

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El barrio…

También recuerdo como en primavera por las noches cantaban los ranos y se oían desde la llagona y cómo cantaban los pájaros, las rollas (tórtolas) y los gayos (arrendajos) y yo cogía los renacuajos y cuando araba Agapito, animando a las vacas: ¡Hala morica… vamos garbosa…!

Recuerdo cómo en las noches de invierno nos juntábamos en casa de los vecinos al rumor de la lumbre y se contaban aventuras de lo más dispares; los hombres, recuerdos de la guerra y, las mujeres, cotilleado de los novios y embarazos prematuros -que siempre había alguno pendiente- y haciendo ganchillo.

Los domingos por la tarde compraba una naranja, cacahuetes, y nos la repartíamos con mi mejor amigo de toda la vida, Paco Pelazas.

Una vez me picó un escorpión cavando en la viña; cogí la bicicleta y en un santiamén me presenté en casa de D. Daniel y me dijo «puñeta, puñeta, que esto no es nada» y no me dolió.

También recuerdo cómo se hacían las subastas en la plaza y Kiko Iglesias animaba la puja hasta que al fin decía que “buen provecho le haga a fulanito…” y quedaba finalizado el trato.

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2 comentarios:

  1. José Manuel Gutiérrez Iglesias

    ¡Hola Pepe!

    Me has hecho reír bastante con estas anécdotas y recuerdos. Hablando de gente que yo sólo he oído nombrar a mis padres pero sobre todo aprendiendo de todo lo que cuentas. Te animo a que sigas contándonos cosas porque lo haces muy bien y haces que uno se enganche a leerlas.
    ¡¡¡¡Enhorabuena por estas historias!!!!

  2. ¡Enhorabuena Pepe!
    Y enhorabuena a todos los Josés y Josefas. Hoy es vuestro Santo.
    Muchas gracias por haber compartido con todos nosotros tus vivencias. Es una manera de preservar nuestro legado.
    Un abrazo,
    Roberto Sastre.

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