Fuente: La Razón
Fecha: 04/11/2023
Poco a poco han ido desapareciendo de nuestras vidas y también de nuestro vocabulario, palabras pertenecientes a un mundo de antaño, no tan lejano, eso sí. El ocaso de los pueblos, la despoblación y la era de internet y la postmodernidad han arrinconado y dejado en el olvido expresiones así como utensilios o construcciones muy usadas para nuestros antepasados pero que hoy, las que se han mantenido, son usadas como reclamo turístico.
Hoy nuestros pasos nos llevan a la provincia de Zamora, en plena comarca de Sayago, concretamente a Torregamones. Allí, a día de hoy se pueden descubrir unas antiguas construcciones que se utilizaban no hace muchos años para proteger el ganado de posibles ataques de otros animales. Su nombre curioso: «Chiviteros».
Se trata de todo un monumento a la vida pastoril, utilizados por los cabreros para poner a salvo sus chivos recién nacidos de depredadores como el lobo, un animal muy característico de la zona. En tiempos de antaño, los pastores no regresaban por la noche a sus moradas y tenían que pernoctar en plena naturaleza y estos chiviteros eran la solución.
Y las mejor conservadas se encuentran en esta localidad zamorana, y el Parque Natural de las Arribes del Duero las acondicionó en los años 90. Y existe un ruta por esta zona para conocer la vida de los pastores pero también de los contrabandistas, que al estar cerca de Portugal, había y muchos.
Nuestra ruta puede arrancar en Cruz de San Onofre, en un agradable paseo donde podremos observar paredes de piedra así como alguna fuente popular y encinas. De repente aparecen estas pequeñas cabañas de estilo rústico con paredes de piedra y techos de paja. Todo un auténtico descubrimiento.
Pero ya que estamos en Torregamones merece la pena descubrir dos tesoros más que cuenta la localidad como las ruinas de su antigua fortaleza, protagonistas en las batallas con Portugal así como la ermita de Nuestra Señora del Templo, dicen algunos que de origen templario. Lo que está claro es que por unas cosas o por otras, Zamora siempre enamora.